Por: Cinthia Azofeifa Sandoval
Audióloga T-2551
Según la O.M.S se define hipoacusia como la pérdida de la capacidad para oír tan bien como una persona cuyo sentido del oído es normal, es decir, cuyo umbral de audición en ambos oídos es igual o superior a 25 dB. La pérdida de audición puede ser leve, moderada, grave o profunda. Afecta a uno o ambos oídos y entraña dificultades para oír una conversación o sonidos fuertes.
Se tienen datos de que alrededor de 360 millones de personas alrededor del mundo sufren de algún problema de audición incluyendo niños y adultos, lo que corresponde a un 5% de la población mundial.
Por lo tanto tenemos una cifra importante de personas que en menor o mayor grado presentan una disminución auditiva, por lo tanto la población debe tener conocimiento de aspectos generales de la audición y de las alteraciones que se puedan presentar para tomar las medidas correspondientes.
En primer instancia para poder determinar el estado de audición se debe realizar la audiometría que consiste en una prueba indolora en la que las personas perciben diferentes sonidos a diferentes intensidades para determinar el mínimo volumen en que son escuchados, cuando existe una alteración audiométrica se determina con la disminución de la agudeza auditiva que se evidencia con la baja de los umbrales de percepción de sonidos y dificultades en la comprensión del lenguaje en algunos casos.
El padecimiento más común varía con la edad, en el caso de los lactantes e infantes el problema común son las otitis medias serosas y la disfunción tubaria. Estas afecciones no son tan notorias puesto que no presentan mayores síntomas, lo podemos notar si los niños empiezan a hablar más alto, presentan problemas de articulación del lenguaje o requieren que se les repita una orden.
Se puede decir que en general toda la población con antecedentes de riesgo, antecedentes familiares, otitis media recurrente, exposición a ruido, entre otros, puede sufrir un problema auditivo.
Para detectar o diagnosticar dichas afecciones se requieren de la valoración medica y de la batería de pruebas audiológicas para su detección y diagnóstico.
Una manera casera de detectar cuando existe disminución auditiva se evidencia con problemas para sobrellevar una conversación o desatención, aumento del volumen del televisor, no percibir los sonidos suaves dentro del hogar como el sonido del timbre el teléfono.
Para poder dar solución a un problema auditivo se debe considerar diversos aspectos los cuales van a influenciar en el tratamiento, variando de acuerdo al problema, desde tratamiento medicamentoso, quirúrgicos, hasta prótesis auditiva, según cada caso
La prevención consiste en el chequeo anual médico y audiológico.
Siempre es recomendable un chequeo anual de la audición y no esperar a que exista sordera, dolor o alguna otra manifestación física.
Es importante la consulta médica ante el mínimo cambio o molestia que presente la persona.
Referencias bibliográficas
Organización mundial de la salud
Revisado de:
Rev. chil. pediatr. v.77 n.3 Santiago jun. 2006
Revisado de
http://www.scielo.cl/scielo.php?pid=S037041062006000300003&script=sci_arttxt
